Entre las causas, destacan las internas de tipo mecánico y las ambientales como las altas temperaturas.

Un vehículo puede perder potencia por diversos motivos. Cuando un coche llega con este síntoma al taller, los reparadores deben identificar el origen de este comportamiento para proceder a la reparación correcta en el menor tiempo posible y aumentar, as, la productividad del negocio.

Por eso, en Talleres safety Car explica los cinco factores principales que generan pérdida de potencia en un coche.

El mal contacto de un inyector puede generar que el coche no corra como lo hace habitualmente. En este caso, además se percibe una vibración en el motor.

Un inadecuado funcionamiento del turbo desencadena pérdida de potencia. En este caso, el origen suele encontrarse en un manguito en mal estado o en una válvula.

Como recuerda el artículo, si el sistema de refrigeración está sobrecargado, debido a las altas temperaturas ambientales, el electroventilador tiene que sobreesforzarse, para lo que resta fuerza al motor.

Un error en los sistemas electrónicos provoca una avería fantasma; es decir, la centralita detecta un fallo mecánico que realmente no existe. En este caso, el sistema envía una orden de protección, por lo que el motor pierde potencia.

Por último, tener el aire acondicionado puesto puede hacer que en determinadas circunstancias (como adelantar en una subida) el coche no ofrezca la potencia deseable.