Un sonido parecido a un silbido y una pérdida notable de potencia suelen ser las alertas de que algo va mal.

Que se rompa el turbo está entre las cuatro averías más temidas por los conductores. Figura en esta lista porque el precio del arreglo es elevado, pero hay ocasiones en las que el problema se deriva de un mal uso.

As´ lo recuerda Talleres Safety Car que hace un repaso a las tres averías derivadas del mal uso del turbo. La red de talleres explica que cuando se aprecia un sonido parecido a un silbido o un aullido que sale del motor, puede ser por algún desequilibrio en el giro o un desajuste en el eje del turbo.

Explica también que el turbo es de las piezas más sensibles al mantenimiento del aceite por su funcionamiento y ubicación. El turbo soporta temperaturas de hasta 600ºC en un motor diésel y hasta 900º en motor gasolina; y con una velocidad de giro de 150.000 rpm.

Por este motivo, la enseña apuntar que usar un lubricante no recomendado por el fabricante o alargar en exceso el cambio de aceite puede provocar un desgaste excesivo y prematuro de las piezas que lo componen.

La pérdida de presión es la tercera avería más común por un mal uso del turbo. El principal síntoma es, además del silbido, una notable pérdida de potencia y la causa más frecuente la aparición de grietas en los manguitos.